Los caminadores pueden ser tanto temporales como permanentes, dependiendo del grado de debilidad de los músculos de las piernas o de equilibrio que tenga el paciente. Generalmente se usan luego de una cirugía pues ayudan a volver a caminar y recuperar apoyo y también son utilizados por adultos mayores que ya no cuentan con la misma fuerza muscular y punto de apoyo.
Para su uso, es recomendable mantener el codo flexionado entre 20° y 30°, lo que ayuda a mejorar la alineación corporal. Deberá alinearse a la altura del paciente y que la persona cuente con la suficiente fuerza para levantarlo. Existen varios tipos de caminadores, los cuales se adaptan a las necesidades del paciente, entre ellos se encuentra:
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